El laboratorio ciudadano es un espacio para el desarrollo de los proyectos, las inquietudes y las comunidades de la ciudadanía a partir de las diversas aplicaciones y formas de la tecnología. Es un entorno de experimentación para trabajar abierta y ampliamente en base a diversas nociones y vivencias. Es un lugar para el aprendizaje y la enseñanza compartida y transversal. El laboratorio ciudadano tiene numerosos significados y definiciones, y las características que debe tener un laboratorio de este tipo son muy flexibles. Al fin y al cabo, la descripción que abarca su propia denominación es la que define el laboratorio ciudadano, es decir, se trata de un espacio ciudadano para la experimentación.
Al ser espacios de experimentación, los laboratorios son lugares relacionados con las distintas tecnologías, ya que allí se usan las tecnologías para llevar proyectos y conocimientos a la práctica, así como para la investigación. Además, podríamos decir que hoy en día la tecnología es un elemento transversal en nuestras vidas y que, por tanto, no solo trabajamos con ella sino que la podemos encontrar en todas partes. Por ello, es lógico prestar especial atención a la reflexión en torno al uso de las tecnologías en los laboratorios.
Hirikilabs pretende ser un espacio en el que reflexionar sobre por qué, cómo y para qué utilizamos la tecnología y experimentar en torno a ello, un espacio donde la tecnología no es un objetivo sino un camino, donde pasa de ser el centro del proceso a ser parte (importante) del proceso. Dado que Hirikilabs es un laboratorio dedicado a la cultura digital y la tecnología que combina el uso social, crítico, creativo y colaborativo de la tecnología en el centro internacional de cultura Tabakalera, tiene el objetivo de analizar la tecnología desde varias perspectivas y trabajar de manera crítica las relaciones que se crean a partir de ella, haciendo uso de diversos proyectos, grupos de trabajo y procesos, y garantizando distintas maneras de acercamiento. Y es que creemos que en ese sentido promovemos una reflexión crítica hacia la tecnología entre la ciudadanía. Así, entendemos que la mirada crítica y el dominio de las herramientas y de las dinámicas de difusión son el camino hacia el empoderamiento.
He aquí los tres procesos principales que se están desarrollando en el laboratorio en este camino hacia el empoderamiento:
- Formación en herramientas de software y hardware libre. A modo de talleres, en el laboratorio se imparten puntualmente cursos de introducción a las herramientas de software libre (gimp, freecad, inkscape, blender, kicad…) y hardware libre (impresoras 3D, arduino, fresadoras tipo shapeoko), públicamente y de manera gratuita.
- Análisis de la unión entre la tecnología y la educación. El grupo de trabajo abierto puesto en marcha con el profesorado que imparte sobre todo en Educación Secundaria tuvo como primer resultado la publicación del folleto Del aula al laboratorio. Ahora, la iniciativa Del aula al laboratorio se ha convertido en un encuentro anual en el que se estudian los porqués y los modos que puede tener la introducción de nuevas tecnologías (robótica, código, impresión 3D, movimientos STEAM) en la educación y se intenta plantear pautas para llevar a cabo esa implementación.
- Prácticas en torno a las maneras de hacer abiertas. A la hora de desarrollar proyectos ciudadanos (Hirikilabs Plaza) y grupos de trabajo (Grupos abiertos) también se fomentan prácticas de colaboración para posibilitar la pedagogía abierta y libre.
- Caminos para impulsar la afición investigadora entre la ciudadanía. En el laboratorio se suelen llevar a cabo muchas pruebas para acercar las herramientas tecnológicas y las maneras de hacer abiertas a aquellos proyectos que miran a nuestro alrededor con una mirada crítica. Entre otros, se encuentra el grupo que analiza el medio ambiente o el grupo que estudia temas como el gobierno abierto, la apertura de datos o el estado de la vivienda mediante la visualización o el análisis de datos. Los proyectos de este tipo tienen el objetivo de fomentar la denominada cultura cívica, es decir, uno de sus objetivos principales consiste en poner en valor la participación y la responsabilidad ciudadana.
Entendemos la soberanía como un proceso de apropiación y comprensión de las tecnologías por parte de los ciudadanos que contribuye a una sociedad más y mejor informada y con cierta capacidad de autoprotección ante los retos derivados de una cada vez mayor convivencia con la tecnología. La irrupción en la vida diaria de la inteligencia artificial, la automatización, la privacidad en la red o el control son solo algunas de las cuestiones ante las que antes o después la sociedad tendrá que tomar partido. La apertura del conocimiento y el uso de software y hardware libres, contribuyen a comprender las implicaciones y saber que al menos existen alternativas.
Ibai Zabaleta Urrosolo Coordinador de Hirikilabs